"Instrúyanse, porque necesitaremos de toda
nuestra inteligencia; conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo;
organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza", Antonio
Gramsci.
1. VINCULACIÓN PUENTE ALTO.
Somos una organización político-cultural de
carácter territorial y local, conformada por distintas iniciativas colectivas,
individuales o en las que contribuimos, con el objetivo de reconstruir los
vínculos y el tejido social y fortalecer el campo popular.
Con existencia desde 2015, hemos llevado a cabo
distintas iniciativas educativas, deportivas, sociales y culturales, como el
trabajo desarrollado en el centro de formación, prevención social y promoción
de los derechos de la infancia y la inclusión con niños y niñas con trastornos
del espectro autista, ambos en el sector de Casas Viejas; los espacios creados
de microeconomía popular con la Feria
Libres; los campeonatos y talleres de baby Futbol y Futbolito en Bajos de Mena;
talleres de Batucada; Programa Radial y de WebTv desde la perspectiva
feminista, Tejiendo Sur; Talleres de Crianza Respetuosa, Taller de Salud
Comunitaria y Operativos Medico-Sociales; Talleres de Eficiencia Energética;
Conversatorio de Cultura Mapuche, de Memoria Histórica e Historia Local;
formación y participación en comités de viviendas; Foros de diversas temáticas
como feminismo, medioambiente, salud mental, buen vivir, derechos humanos,
derechos sociales e integración latinoamericana; y la creación de la
Coordinadora Social Shishigang.
Conformada por puentealtinas y puentealtinos,
en Vinculación Puente Alto planteamos un proyecto de bien público y buen vivir,
de cultura popular y solidaria. Nos parece que hoy es de suma importancia
contribuir a la unidad contra la precariedad de los servicios públicos, de la
vida de las familias, los barrios, la inseguridad, el machismo, los frágiles
vínculos sociales, el fuerte individualismo y consumismo, los enormes niveles
de endeudamiento, contra el racismo y la homofobia, la precariedad laboral y la
desigualdad social, la explotación de los bienes naturales, la corrupción y la
mimetización entre política y negocios.
Creemos en un proyecto político-social que lo
construyan las trabajadoras y trabajadores, que lo forjen nuestras vecinas y
vecinos organizados, desde sus propias necesidades y anhelos, con las mentes
abiertas a las nuevas ideas y a la colaboración mutua; creemos en un proyecto
que defienda a las personas, familias, comunidades y medioambiente; un proyecto
popular que profundice los derechos y vínculos sociales y haga a la gente
protagonista de su propia vida.
2. RELACIÓN CON PARTIDO IGUALDAD.
Vinculación Puente Alto es una organización
político-cultural autónoma, en el sentido de que las decisiones y acciones que
se llevan a cabo, son en acuerdo a nuestras propias ideas e iniciativas, sin la
intervención de otra estructura.
Sin embargo, también participamos del Partido
Igualdad, junto a organizaciones como MPL y FENAPO, que a su vez están en el
Frente Amplio. No obstante, el Partido Igualdad tampoco interviene en nuestras
decisiones.
La relación entre Vinculación e Igualdad no es,
en ningún caso, ni de dependencia ni de jerarquía, pues existe total autonomía.
Aun así –es por todas y todos sabido– la diferencia radica en que tenemos
compañeras y compañeros que militan tanto en Vinculación como en Igualdad. La
razón de esta “doble militancia” es porque la línea política de Vinculación
hace confluir el trabajo cultural y social con el trabajo político, entendiendo
lo político como la reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento del
campo popular (por medio de nuestro trabajo cultural y social) y también la
disputa por el poder político, desde la contienda electoral y la participación
en las instituciones.
Ese ámbito electoral e institucional,
consideramos, sólo se puede abordar hoy desde el Frente Amplio, única coalición
que tiene una política de mayoría social, con voluntad de poder y superación de
la marginalidad y testimonialidad.
A su vez, en el Frente Amplio, se encuentra el
Partido Igualdad, el que consideramos nos representa de mejor forma por su
compromiso con las y los trabajadores, las y los pobladores y la convicción de
deponer el modelo neoliberal y el actual
sistema político restringidamente democrático. En el mismo sentido, si no hubiera compañeras y compañeros con
esta “doble militancia”, Vinculación estaría coja de uno de sus ámbitos: el
político institucional.
Pero así como entendemos que Vinculación es
autónoma de Igualdad, Igualdad también es autónoma de Vinculación. Aunque como
el Partido es la herramienta de los movimientos sociales y del pueblo, su
autonomía es relativa en relación al
trabajo local y territorial; por lo tanto, las bases de los movimientos pueden
y deben aportar a la dinámica del Partido. Sin embargo, nuestra visión es que
eso no significa que esta condición de “instrumento político electoral”, haga
que Igualdad se deba supeditar a “los movimientos”. En este sentido, tenemos la
visión de que el partido político, si bien no está por encima de los
movimientos sociales, tampoco puede servir pasivamente, sino que representa los
intereses del conjunto de los movimientos (MPL, FENAPO o Vinculación, por
ejemplo) y del pueblo organizado, indicando sus objetivos y defendiendo su
independencia política e ideológica. En definitiva, ni el partido político está
por sobre los movimientos sociales ni los movimientos por sobre el partido.
En este sentido, es necesario también
argumentar a favor de la necesidad de fortalecer, en paralelo a Vinculación, el
trabajo de las y los compañeros que son del Partido Igualdad.
Hasta ahora, sólo algunas de las iniciativas se difunden en conjunto, y eso
seguirá siendo así. Vinculación mantendrá su autonomía porque, por lo demás, es
necesaria para que muchísima gente que hoy rechaza la política partidaria,
tenga un espacio de formación, cooperación y organización, que es lo que
realizamos como Vinculación, razón a su vez por lo que creamos la Coordinadora
Social Shishigang… Pero simultáneamente, las y los compañeros de Igualdad deben
desarrollar más iniciativas por ellos mismos y con nuestra entusiasta
colaboración. Esto, sin embargo, se
presenta en un buen momento; no nos va a debilitar por redoblar nuestro
trabajo, porque hay mucha gente contactándose con nosotras y nosotros,
escribiéndonos para sumarse o aportar. Por lo tanto, sólo necesitamos
planificar y organizarnos mejor.
En definitiva, se viene un periodo donde
tenemos la capacidad, podemos y debemos, fortalecer tanto Vinculación como
Igualdad Puente Alto, para que el próximo año, cuando afrontemos la contienda
electoral, tengamos una organización potente para las y los trabajadores, que
fortalezca las identidades territoriales y el campo popular, y a la vez pueda
disputar la construcción de candidaturas al interior del Frente Amplio.
Lográndolo, tenemos la convicción de que ganaremos…
3. VINCULACIÓN LO ESPEJO Y ELEMENTOS DE
PROYECCIÓN A OTRAS COMUNAS.
En los meses de marzo y abril iniciamos junto a
compañeras y compañeros de la comuna de Lo Espejo, diálogos para la
conformación de Vinculación Lo Espejo. La base social ya había emergido,
iniciativas territoriales y locales desde distintas perspectivas y
experiencias: asamblea feminista, comités de vivienda, feria libre de vecinas y
vecinos, talleres con niñas y niños, despliegue comunicacional. Iniciativas
individuales que buscaban una forma
colectiva, donde amigas y amigos, compañeras y compañeros, empezaran a
articularse y converger. Y lo hicieron, en base a las ideas, el trabajo y los
afectos.
Nos vinculamos entonces desde lo territorial,
lo local y el trabajo político-cultural desde las necesidades y anhelos de la
gente. Y siempre desde la honestidad de nuestros objetivos: lo político es para
nosotras y nosotros contribuir a la
reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento del campo popular, así
como la disputa por el poder por parte de los sectores populares.
Otro acuerdo en el que confluimos radica en la
conceptualización de tres elementos de despliegue político-social: la transversalidad,
la traducción y la centralidad.
Transversalidad es el esfuerzo y capacidad
de hablar al campo
popular en su conjunto, a
personas organizadas y desorganizadas, politizadas y despolitizadas, a
activistas, a vecinas y vecinos, a amistades y familiares, a profesionales o
autodidactas. Para cumplir con este objetivo, es fundamental la traducción de
nuestra visión de mundo o ejes teóricos a un lenguaje cotidiano, es decir,
desarrollar la capacidad de dialogar con el sentido común, con los afectos y la
experiencia cotidiana. Un elemento que permite sostener la transversalidad y la
traducción es la centralidad político-social: diagnosticar y conectar con las
necesidades y anhelos de las personas; estos temas que ocupan la centralidad de
las preocupaciones y afanes de las personas, de nuestras vecinas y vecinos, nos
permiten desarrollar una política de mayoría social.
De estos tres elementos −transversalidad,
traducción y centralidad−, emerge la articulación de las distintas
perspectivas, ideas y experiencias, es decir, el encuentro del campo popular en
su diversidad, a veces contradictoria, pero también creativa: intereses
sindicales, deportivos, artísticos, educativos, socioambientales, indígenas,
éticos y estéticos, por la infancia, la juventud y la vejez, la seguridad y la
protección, el emprendimiento y la independencia económica, los animales, la
diversión y el descanso, el feminismo, la pasión y el amor. En una frase, el
fortalecimiento del campo popular y su autonomía.
Asimismo, confluimos en torno a nuestra
relación de autonomía y reciprocidad con el Partido Igualdad y nuestra visión de que un partido político no es ni un
instrumento pasivo ni tampoco una estructura autónoma de los movimientos
sociales.
Por último, acordamos que, tanto en Puente Alto
como en Lo Espejo, así como en los nuevos territorios en los que proyectamos
nuestra contribución y desarrollo, Vinculación debe ser un espacio sostenido en
el trabajo territorial y local, ya sea de iniciativas colectivas, individuales
o en las que contribuimos, respetando las autonomías, dinámicas y ritmos de los
distintos ámbitos, con una lógica de construcción sostenida en las ideas
comunes, las buenas prácticas y los afectos.
El primero de mayo de 2019, día de las y los
trabajadores, nació Vinculación Lo Espejo.
4. NUESTRA AUDACIA.
Distribuir el poder, devolver la soberanía y la
capacidad de decisión a la gente y las comunidades, ese es el objetivo
fundamental de Vinculación Puente Alto y Lo Espejo. Asimismo, también
comprendemos que se requiere garantizar derechos básicos, como salud, educación
y pensiones, y un lugar digno donde
vivir, por lo que nuestra visión articula la autonomía popular con la conquista
del poder político, la democratización de la sociedad civil y de las
instituciones. En esto radica nuestra audacia.
Hay que crear nuevos valores y nuevas
prácticas, tanto económicas como políticas y culturales, más solidarias y
democráticas. Esto implica también erradicar los valores negativos como la
corrupción, el individualismo y la competencia.
Independiente de las edades, el género, las
capacidades, la proveniencia de origen, todas y todos debemos tener oportunidades
y derechos para disfrutar de una vida feliz, de una vida digna. Los vínculos
sociales en todo esto son fundamentales. Cuando los vínculos sociales comienzan
a desaparecer, la soledad, la tristeza,
la rabia, la frustración y las enfermedades emergen.
Estos nuevos valores y prácticas deben
considerar también a la naturaleza. Cuidar el medioambiente, reducir la
contaminación y el derroche de recursos y energías son responsabilidad de todas
y todos. Un actor fundamental en esta nueva concepción y construcción de
horizonte son los pueblos indígenas, portadores de prácticas y saberes
imperiosos.
En una coyuntura nacional, regional y global de
crisis del modelo neoliberal, debido al malestar, desigualdad, explotación y
desposesión que genera en las grandes mayorías, la derecha y autoritarismos
reaccionarios están tomando la iniciativa y avanzando. Tenemos entonces la
responsabilidad de disputar los nuevos marcos de sentido de la sociedad, por lo
que debemos estar en la calle con la gente, en los territorios, organizaciones
sociales, medios de comunicación, instituciones públicas e iniciativas
culturales.
Se nos presenta un enorme trabajo de pedagogía
política y cívica. Debemos contribuir a mejorar las condiciones de vida de la
clase trabajadora, sus familias y comunidades, darles un nuevo sentido,
propagando el valor de la participación, los bienes públicos y la solidaridad;
impulsar una nueva ética entre política y políticos; y demostrar que la
política puede hacerse por trabajadoras y trabajadores, por vecinas y vecinos,
por las comunidades organizadas que, con inteligencia, entusiasmo y fuerza,
forjan su destino.
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